BIENVENIDOS El equipo de internetic da la bienvenida al espacio colaborativo en el que todos pueden enseñar y aprender acerca de... Tecnologías ntic-tic-it, Educación, Redes Lan man wan, Redes sociales, Aprendizaje Colaborativo, Web 3, Internet, Software, Hardware e-mail: internetic.edu@gmail.com
martes, diciembre 19, 2006
web 2.0 redes colaborativas
sábado, diciembre 16, 2006
La TV que viene (de la mano de los nativos digitales)
lunes, diciembre 11, 2006
Crece en forma desigual el uso de la computadora en las aulas
miércoles, noviembre 29, 2006
¿Jugando a aprender? o ¿Aprender jugando?
jueves, noviembre 23, 2006
Educación y brecha digital: la importancia de una participación activa
Mas utilidades + ideas+ oportunidades
Una nueva herramienta para la edición colaborativa: Mojiti, para anotar videos online El auge de la publicación de videos caseros en internet, ratificado en la elección de YouTube como el “invento del año”, es uno de los ejemplos más elocuentes de la tendencia a la producción y edición colaborativa de contenidos en la Web. El centro de todas estas experiencias son los usuarios devenidos productores de contenidos en diversos formatos, gracias a la disponibilidad de herramientas fáciles de usar. Hace unas semanas comenzó a circular en los blogs la noticia de una nueva herramienta que permite agregar comentarios o anotaciones a los videos disponibles en la web. Se llama Mojiti y permite integrar diversos relatos como en los mejores cuentos de Rodolfo Walsh -el de La nota al pie, por ejemplo-, lo que convierte a la obra –el video, en este caso- en autorreferencial.
Mojiti pone en evidencia también otras varias cuestiones: el carácter marcadamente hipertextual de las producciones contemporáneas, en las que incluso los usuarios pueden dejar los rastros de sus “lecturas” como nuevas capas de sentido que reformulan la versión anterior de la obra. Y, por ello mismo, que la idea de obra cerrada y estable en el tiempo pertenece a un universo o a una “galaxia” –la de la imprenta-, que tiende a ser desplazada del centro de la escena por otra, “nebulosa” todavía.
Para explorar los posibles usos educativos de Mojiti, recomendamos ver la entrevista a Lila Pinto en educ.ar, donde habla de Vital: "un proyecto que tiene toda la colección de los videos on line, a los que además se les agregó un workspace que permite a los alumnos anotar el video y explicar en el video mismo las evidencias de lo que creen que está pasando".
nos estamos viendo internetic@s
lunes, noviembre 20, 2006
El E-learning del futuro
viernes, octubre 27, 2006
Nuevos tiempos, nuevas tecnologías… nuevas formas de enseñar y aprender
jueves, octubre 26, 2006
Google for Educators, Google Teacher Academy.
miércoles, octubre 25, 2006
Cómo perciben los jóvenes a los medios de comunicación
Formación docente y el desafío de enfrentarse a las TIC
La incorporación de las tecnologías de comunicación e información a la formación docente es un imperativo, tanto para su propia formación como para el aprendizaje de sus alumnos. No sólo implica apoyar que los docentes conozcan y manejen equipos tecnológicos. Hace falta, sobre todo, contribuir a una reflexión acerca de su impacto en el aprendizaje, su uso adecuado, potencialidades y límites. A esta altura del debate educativo, hay certeza de que ni las tecnologías son la panacea para los problemas de las escuelas, ni la educación puede seguir de espaldas a los cambios que ocurren a su alrededor.
martes, octubre 24, 2006
Argentina, líder latinoamericano por sus indicadores educativos
lunes, octubre 23, 2006
Prácticas emergentes en la Web y nuevas oportunidades educativas.
sábado, octubre 21, 2006
Procesador de textos Colaborativo
Cuando en 1997 el dominio de internet google.com fue registrado por Sergey Brin y Larry Page, dos estudiantes del doctorado en Informática de la Universidad de Stanford que, desde 1995, estaban desarrollando el algoritmo que hizo de Google el buscador más poderoso de la Web, jamás imaginaron que generarían la cantidad de servicios que actualmente ofrecen. Mucho menos sospecharon que buena parte de esos servicios estarían destinados a la comunidad educativa y a las tareas relacionadas con las prácticas educativas. Dos de sus servicios son, quizá, los que más llamaron la atención de los trabajadores de la cultura y la educación: Google Earth y la compuerta abierta por la geografía virtual social, y el mega proyecto Google Books, para digitalizar millones de libros de las bibliotecas y universidades más importantes del mundo. Hace una semana, Google dejó claro que le interesa involucrarse con la comunidad educativa: presentó Literacy Project, una iniciativa que, en colaboración con la Unesco y la Feria del Libro de Frankfurt, ofrece “recursos en internet para promocionar la alfabetización y la lectura en todo el mundo”. Pero Google no para y no se conforma tampoco con que la Biblioteca de la Universidad Complutense se convierta en la primera biblioteca no anglosajona que realiza un acuerdo de colaboración dentro del Google Library Project, o con presentar Google for Educators, un programa dirigido a los docentes, profesores y maestros, destinado a la innovación en el trabajo en el aula, con propuestas pedagógicas concretas relativas a la utilización de Earth, Book Search, Maps, Video, Docs & Spreadsheets y Blogger, entre otros. Va por más: puso en marcha, sólo en California por ahora, Google Teacher Academy, un programa piloto: los educadores podrán asistir a un curso sobre la utilización de las nuevas tecnologías, y obtener el certificado Google Certified Teacher. Todas ellas son iniciativas innovadoras que responden a un gran problema/concepto de fondo que es la abismal brecha alfabeto/generacional abierta por las nuevas tecnologías digitales y la Web. La semana pasada, la compra de YouTube polarizó toda la información y las noticias sobre Google. No fue para menos: pagó 1.600 millones de dólares por ese servicio, que almacena más del 40 por ciento de los videos que se reproducen en línea todos los días y que se convertirá en su bastión para intentar transformar la ecología audiovisual y televisiva tradicional. Ahora bien, mientras Google adquiría YouTube se presentó Google Docs, un servicio que integra Google Spreadsheets (hojas de cálculo) y Writely (procesador de palabras colaborativo). Paulatinamente, Google se está convirtiendo en un espacio integrado de gestión de información personal. La idea es simple y sofisticada a la vez: desde un único usuario acceder a múltiples aplicaciones para gestionar toda la información: Gmail, Google Talk, Google Calendar, Google Page Creator, Picasa, Google Desktop, blogger, etc. Todo en línea e integrado, como corresponde al paradigma de herramientas y servicios Web 2.0. A todas esas aplicaciones suma Google Docs, de tal forma que los usuarios ahora pueden, siempre con la misma cuenta de acceso, crear, editar, administrar, clasificar y compartir planillas de cálculo y archivos de texto. Hasta ahora esas aplicaciones eran usadas en sus versiones instalables más conocidas, como el Office o el Open Office, por ejemplo. Pero Google continúa apostando a la generación de programas Web 2.0 de tal forma que sus usuarios puedan almacenarlos en línea y utilizarlos en forma integrada. Google Docs no sólo permite crear un documento de texto –como esta nota, por ejemplo- y almacenarlo en línea sin ocupar espacio en el disco duro de la computadora. Porque la posibilidad de conservar la información en línea –y esto es así tanto en Google Docs como en todas las aplicaciones Web 2.0, sean o no de Google- no se limita a una mera cuestión de espacios y capacidad de almacenamiento: el mayor beneficio de que los datos estén en línea es la posibilidad de editarlos colectivamente y de notificar las actualizaciones de los documentos. En ese sentido, Google Docs ofrece un procesador de palabras súper sofisticado porque cada archivo puede ser asociado con múltiples tags, pero además todos los documentos pueden ser compartidos con otros usuarios para editarlos en conjunto. Cada archivo cuenta con la opción “Share now”. Haciendo clic en ella, la aplicación solicita los mails de las personas con quienes queremos compartir el documento, dándoles permisos para que lo modifiquen. También permite publicar esos documentos y bases de datos en una página web o en un blog. Eso no es todo. Cada documento (en todos los formatos que soporta el servicio, DOC, XLS, ODF, ODS, RTF, CSV) cuenta, además, con su Feed RSS, de tal forma que suscribiéndonos podemos enteranos en forma instantánea de qué cambios se introdujeron en el documento. Más parecido en su funcionamiento a la Wikipedia que a un procesador de textos tradicional, la empresa de los jóvenes de Stanford inaugura masivamente una nueva fase de estas aplicaciones y de la administración personal de archivos. La colaboración on line en tiempo real es cada vez menos una vaga idea de emergentes modos de producción y se convierte en una modalidad indispensable para producir contenidos pero también para generar conceptos y promover la participación democrática. Se abre así todo un universo de posibilidades para prácticas educativas innovadoras. El enlace a Google Docs es docs.google.com. Invito a quienes quieran testear ya mismo la edición de textos colaborativa con esta aplicación, a escribirme, así pueden modificar esta misma nota.